Formación de capas finas de fitoplancton: ¿acumulación o crecimiento?

Mientras estudiaba el último curso de Ciencias Ambientales en la Universidad de Vigo, realicé mi trabajo de fin de grado con Bea Mouriño como tutora y Emilio Fernández como cotutor. Durante las primeras reuniones con Bea, me di cuenta de que el tema que me proponía era muy interesante, pero me resultaba complejo porque incluía muchos conceptos con los que yo no estaba familiarizado. Sabía algunas cosas básicas sobre los ecosistemas marinos, pero hasta ese momento no había oído hablar de las capas finas de fitoplancton. Ahora sé que son acumulaciones de algas microscópicas en un intervalo pequeño de profundidad que se pueden extender horizontalmente varios quilómetros, como si fueran grandes alfombras estiradas bajo la superficie del mar. Mi trabajo consistió en analizar datos tomados durante la campaña REMEDIOS-TLP, realizada en verano de 2018 en una estación de la Ría de Pontevedra, para evaluar la importancia de los procesos biológicos y físicos en la formación de una capa fina de fitoplancton. Pero ¿por qué estudiar estas estructuras? Bea me explicó que su estudio es interesante porque en muchas ocasiones están formadas por fitoplancton tóxico, cuyo crecimiento causa grandes pérdidas económicas para la acuicultura y el marisqueo. Dado que las capas finas acumulan fitoplancton en un intervalo de profundidad pequeño, existe la posibilidad de que los sistemas tradicionales de muestreo no las detecten, lo que impide alertar con antelación a los sectores implicados.

Los resultados que obtuve mostraron la formación de una capa fina de fitoplancton durante un período de transición de condiciones de hundimiento de agua superficial a condiciones de afloramiento de agua profunda rica en nutrientes. La posición vertical de la capa fina coincidió con la isoterma de 14.3 ºC, la cual estuvo asociada a una región con un fuerte gradiente vertical de densidad o picnoclina, lo que concuerda con resultados obtenidos en estudios previos. Para evaluar la importancia de los procesos biológicos y físicos en la formación de la capa fina, calculé, en primer lugar, la tasa neta a la que se acumuló la clorofila-a durante el período de observación (0.72 d–1). Esta acumulación fue el resultado de todos los procesos, físicos y biológicos, que ocurrieron durante el período de estudio. Por otra parte, calculé la tasa promedio a la que creció el fitoplancton durante el mismo período (0.6 ± 0.7 d–1). Dado que ambas tasas fueron comparables, no pude descartar que la acumulación de clorofila-a observada en la capa fina se debiese únicamente a procesos biológicos.

Francamente, el trabajo me resultó más complicado de lo que esperaba en un principio. Hubo momentos en los que parecía que no se iba a terminar. Cuando creía que ya casi estaba hecho, aparecía una nueva gráfica que realizar u otro cálculo que corregir. Sin embargo, a pesar de las dificultades, siempre tuve la sensación de que estaba trabajando en algo que me gustaba. Llegué al final porque el tema no dejó de resultarme interesante y motivador (por supuesto, también gracias a mis tutores). Por tanto, me alegro de haber realizado este trabajo en concreto. Aunque suene a tópico, la verdad es que he aprendido un montón de cosas. Además, me ha servido para darme cuenta de que los ecosistemas marinos son más apasionantes y complejos de lo que pensaba.

Enrique Crespo