¿Son las alfombras de fitoplancton escondites para las especies tóxicas?

En mi último año de grado escogí, casi sin pensármelo, un trabajo de fin de grado sobre las capas finas sin saber qué eran y ahora, casi dos años después, REMEDIOS sigue en mi vida. En este tiempo realicé mi trabajo de fin de grado, presenté mis resultados en un congreso, me embarqué en una campaña oceanográfica por los temibles mares de las Rías Baixas, y concluí mi máster con un trabajo final sobre la relación entre las capas finas y el fitoplancton tóxico.

Todo comenzó por entender cómo se detectan las capas finas de fitoplancton, con la ayuda de Paloma Chouciño (pilar indispensable en mi paso por REMEDIOS). Pero, ¿qué son las capas finas? Como indicaba Marta López en la anterior entrada de este blog, “son un caso particular de crecimiento de fitoplancton donde se encuentran altas concentraciones de células en un intervalo estrecho de profundidad”. Para saber en qué momento se observaron estas estructuras se utilizaron los perfiles de fluorescencia obtenidos por el INTECMAR (Insituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia, http://www.intecmar.gal) en las distintas estaciones establecidas en las Rías de Pontevedra y Vigo. Por otra parte, se analizaron datos de densidades celulares de grupos de fitoplancton potencialmente tóxicos, también obtenidos por el INTECMAR, en las mismas estaciones de ambas rías. De todos los grupos cuantificados por el INTECMAR yo me centré en dos: Pseudo-nitzschia spp. y Dinophysis acuminata. ¿Por qué? Porque en las 73 capas finas de fitoplancton detectadas durante el periodo estudiado (2012-2015), estos dos grupos estuvieron presentes en la columna de agua en más del 80% de las ocasiones. Mientras que el resto de grupos productores de toxina se encontraron en menos del 17% de las ocasiones.

A continuación analicé la variación estacional de ambos grupos a partir de los datos de densidades celulares obtenidos entre 2012 y 2017. La diatomea Pseudo-nitzschia spp prolifera con mayor intensidad en los meses de verano (desde junio a septiembre), mientras que el dinoflagelado D. acuminata tiene un gran pico en abril, otro más bajo en agosto y desapare, al igual que Pseudo-nitzschia spp., en invierno.

Para saber si existe una relación entre la presencia de capas finas y estos dos grupos de fitoplancton, lo que hice fue comparar las densidades celulares durante los eventos de capas finas con los valores típicos para ese momento del año, representados por los ciclos estacionales. De este modo, si considero por ejemplo que una densidad es elevada cuando supera el tercer cuartil de la distribución mensual, puedo decir que Pseudo-nitzschia spp. presentó densidades elevadas en el 22% de los casos en los que se detectaron capas finas, mientras que para D. acuminata este valor fue del 18%.

Sin embargo, es muy probable que las densidades ceulares en las capas finas sean superiores, dado que las muestras para la cuantificación del fitoplancton no se obtuvieron en las profundidades en las que se observaron las capas finas, si no que corresponden a muestras  integradas en toda la columna de agua.

¿Qué habría sido de mi vida sin las capas finas? Prefiero no saberlo, no cambiaría ninguno de los momentos que REMEDIOS me brindó.

 

Esperanza Broullón